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sábado, 17 de octubre de 2015

¿CÓMO EDUCAR A LA EDUCACIÓN DEL POST CONFLICTO?

Si llegó la hora de la paz, educar para la reconciliación es una tarea inaplazable. Así lo está haciendo Bogotá


Desde hace cinco años, el colegio oficial Tenerife Granada Sur de la localidad de Usme, en Bogotá,cambió la violencia por las acrobacias de la gimnasia. El responsable es Jaime Lozano, un maestro de la educación pública que se las ingenió para reunir en un solo lugar a jóvenes de diferentes bandos, en una localidad marcada por las barreras invisibles de la violencia y el microtráfico.
‘Gimnasia Territorio de Paz’ es el laboratorio bajo el cual, desde hace cinco años, con un trampolín y colchonetas 15 jóvenes se ejercitan en reconciliación, y consiguen distanciarse de sus disputas por el control del territorio y el tráfico de drogas.
Cada día, con un leve gesto del profesor, todos hacen una fila a unos cuantos metros del trampolín. Fabián Rico, de 17 años, es el primero en iniciar las acrobacias. Toma impulso, corre, brinca y su cuerpo se enrolla en el aire en un perfecto salto.
Lo que sigue es una continua muestra de elaboradas acrobacias: velas, pescados, holandesas, cascadas, duplos, gatos, pasavallas y mortales de todo tipo, que estos jóvenes realizan con especial destreza, robándose los aplausos de los demás estudiantes del colegio Tenerife Granada Sur, que detienen sus partidos de fútbol y animadas charlas para centrar toda su atención en estos gimnastas.
Pero esto no siempre fue así. Muchos de los chicos que hoy se toman de la mano hace algunos años eran enemigos declarados, miembros de los ‘parches’ de Tenerife y Monte Blanco, dos barrios de Usme.

Transformar realidades para construir paz
De acuerdo con Sergio Guarín, coordinador de los temas de posconflicto y construcción de paz de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), educar para la paz es fomentar a través de mecanismos formales e informales el conjunto de competencias (saberes, habilidades y actitudes) que se requieren para vivir de un modo armónico.
“Se trata de aprender a cerrar las heridas de la guerra”, dice Guarín, una afirmación que Fabián Rico y Ximena Pizo, dos de los integrantes más destacados de ‘Gimnasia Territorio de Paz’, trasladaron a su entorno para llevarla del papel a la práctica.
“Cuando yo llegué a este colegio tuve un problema enorme con Rico porque él, que era del barrio Tenerife, no se podía ver con mi novio, que era de Monte Blanco. Entonces yo terminé metida ahí en ese problema (…) Éramos enemigos porque éramos de combos diferentes, pero él nunca me hizo nada a mi, y yo tampoco a él”, recuerda Ximena, mientras Fabián, que está a su lado, asiente y agrega: “Era un conflicto sin sentido, trajimos las líneas imaginarias de la calle al colegio, es decir, ella por su lado y yo por el mío”.
Este mal ambiente fue evidente en la comunidad educativa, siendo el profesor de educación física, Jaime Lozano, el primero en percibirlo. “Era una bomba de tiempo –recuerda–. Entonces decidí adelantarme e invitar a Ximena al grupo de gimnasia que ya estaba funcionando. Eso no le gustó a muchos, en especial a Fabián, pero me las ingenié y así fue como reuní en un solo lugar a chicas y chicos de diferentes bandos. Era un lugar neutro, cuando salían ni se miraban o peleaban, pero mientras estaban en clase, se respetaban. Ese fue nuestro primer territorio de paz”.
Nada fue fácil en este proceso. Cosas tan sencillas como cogerse de las manos para practicar algunas figuras acrobáticas resultaron todo un reto, pero luego de siete largos meses, llenos de altibajos, el profe Jaime logró lo que para él es un regalo enorme: robarle chicos a la pandilla que, poco a poco, cambiaron sus horas de ocio en la calle por arduos entrenamientos de gimnasia acrobática.
El secretario de Educación de Bogotá, Óscar Sánchez, asegura que el desafío pedagógico al que se enfrentó la educación pública de la capital durante los últimos cuatro años fue precisamente el de convertir en un ejercicio curricular esos espacios de apropiación en donde estudiantes y profesores participan y viven procesos de transformación.
Según Sánchez, en ese escenario aparece el proyecto de Educación para la Ciudadanía y la Convivencia, con el que los estudiantes aprenden sobre derechos y deberes a través de la inmersión en dilemas éticos, talleres experienciales y ejercicios para la resolución de sus propios conflictos.
El funcionario explica que estas actividades hacen parte de Iniciativas Ciudadanas de Transformación de Realidades (Incitar) que “permiten que estudiantes, maestros y padres de familia se empoderen y saquen adelante iniciativas de cambio social”; y la Respuesta Integral de Orientación Escolar (RIO), con la que el Distrito brinda atención inmediata a situaciones de convivencia escolar, conducta suicida, consumo de drogas, entre otras problemáticas, a través de un tratamiento terapéutico y pedagógico manejado por grupos interdisciplinares.
Jaime es optimista porque sabe que su papel es determinante para cambiar las vidas de sus estudiantes. “Cuando uno es profesor, esta responsabilidad aumenta pues uno transformas vidas, corazones, cuerpos, mentes y pensamientos.

Competencias ciudadanas, la clave para una educación para la paz
Para Sergio Guarín de la FIP, la educación para la paz es una de las tareas inaplazables de nuestro país, que debe incluir dentro de sus estrategias educativas, la enseñanza de competencias ciudadanas. Por eso es clave, también, la inclusión de la jornada completa en Bogotá, que tiene como objetivo formar ciudadanos de excelencia.
“Esta apuesta es coincidente con el avance que venían teniendo los diálogos de paz en La Habana, donde empezamos a preguntarnos cuál era nuestra responsabilidad frente al tema de construcción de la paz desde lo cotidiano. Así impulsamos la educación en ciudadanía y convivencia en cada colegio del Distrito dentro y fuera del colegio, construir empoderamiento de estudiantes, docentes y rectores en función de generación de paz y construir una red de educación para la paz”, explica la directora de participación y relaciones interinstitucionales de la Secretaría de Educación del Distrito, Deidamia García.
El proyecto cuenta con una inversión cercana a los $100 mil millones de pesos, una red de 11 mil facilitadorescuatro estrategias de implementación en los ámbitos distrital y territorial  y más de 300 materiales que hablan de cómo integrar las capacidades ciudadanas a los currículos académicos.
Además, es uno de los insumos primordiales con los que el pasado mes de mayo se consolidó la ‘Red de Educación para la Paz y los Derechos Humanos en Colombia’, la cual cuenta con el liderazgo de la Secretaría de Educación del Distrito y el apoyo de la Alta Consejería Presidencial para los Derechos Humanos, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Colombia y la Alianza Educación para la Construcción de Culturas de Paz.
Guillermo Rivera, alto consejero presidencial para los Derechos Humanos, asegura que esta red entraña para el futuro de Colombia: “El país la requiere puesto que Colombia no obtendrá una paz estable y duradera si no cuenta con una nueva generación de colombianos comprometida con la garantía de los derechos humanos”.

La paz es mucho más que camisetas blancas
Álvaro Marchesi Ullastres, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), está convencido de que en un país donde no se respetan los derechos humanos, no se puede hablar de educación de calidad.  Por eso, ve con gran entusiasmo que los acuerdos alcanzados en los diálogos de paz que se adelantan en La Habana porque contribuirán a generar una conciencia colectiva desde la educación.
Por esto, la OEI abrió en 2014 el Instituto de Educación en Derechos Humanos, cuya sede central está en Bogotá y tiene influencia en 17 países de Iberoamérica. Marchesi Ullastres es concluyente: “La educación es la clave del futuro y debe asegurar que las nuevas generaciones contribuyan a la reconciliación”.
Como la paz se construye con el apoyo de cada uno, decir en Bogotá Somos Generación de Paz’ es mucho más que vestir camisetas blancas y apostar por un acuerdo que de fin a la guerra.
El cuidado del medio ambiente hace parte del proceso; respetar la diversidad de género, de creencias, de creer en una sociedad más equitativa donde los estratos no sean la vara que decida el destino de una vida.
“La paz empieza en el primer territorio que habitas, que no es otro que tu cuerpo”, asegura el profesor Jaime, y Fabián está convencido de ello. Ahora que está a punto de graduarse como bachiller, vuelve a convencerse de que a él las acrobacias representan su nueva revolución
“Invitamos a gente que no es del colegio y que está afuera en esos parches, a practicar con nosotros. No ha sido fácil, pero sí enriquecedor, porque ahora todos sentimos que eso que empezó en este colegio ahora afecta positivamente a nuestro barrio, que se lo merece. Si nuestro entorno mejora, cada vez serán menos los que caigan en problemas”, dice Fabián que, junto a Ximena y sus otros compañeros, ahora enseña lo aprendido a los más pequeños del colegio.
Ahora Daniel, César, Ricardo, Andrés y Zharick son las nuevas promesas de la gimnasia acrobática de la localidad de Usme. Ninguno supera los cinco años, pero ya todos sueñan con ser grandes deportistas.
“Lo que pasa es que aquí el profe Jaime nos cambió la vida, nos enseñó que si vives en paz, vives más feliz, más tranquilo y puedes hacer más cosas por ti, tu familia y tu comunidad”, explica Joel Carmona, otro de los pupilos de Jaime.
A la fecha, el 95 % de las instituciones educativas del Distrito (345 de los 363 colegios oficiales) ya cuentan con Planes Integrales de Educación para la Ciudadanía y la Convivencia.
La hora cero para la paz es ahora. Así lo concluye el Secretario de Educación de Bogotá, para quien “es una necesidad imperiosa y un proyecto de transformación perfectamente viable si hay voluntad política, recursos y se dispone del tiempo necesario para generar una política pública de alto impacto”.

Por: 

martes, 13 de octubre de 2015

EL SANTUARIO DE LAS LAJAS EL MÁS BONITO DEL MUNDO



El diario The Telegraph publicó la lista de las iglesias más bellas del planeta. La ubicada en Ipiales, Nariño se quedó con el primer puesto.

En un listado de las 23 iglesias más atractivas, el diario inglés The Telegraph eligió al santuario de Las Lajas como el más bello del mundo.

Características como la ubicación sobre el cañón del río Guáitara y un estilo gótico único en América Latina, fueron decisivas para destacar al templo colombiano.
Monseñor Arturo Correa se mostró bastante entusiasmado por este reconocimiento internacional: “Estamos muy contentos de que nuestro santuario sea el más bello del mundo. Continuamos trabajando para mejorar su entorno”, afirmó.
La iglesia colombiana fue construida entre 1916 y 1949. Se prevé que en un mes se inaugure el teleférico para facilitar la llegada de los visitantes.
Por:  octubre 08, 2015

Otras distinciones que ha recibido el Santuario de las Lajas:

  • En 1984 el santuario es declarado monumento parte del patrimonio cultural del país, mediante Resolución 007 del 28-12-1984 del Gobierno colombiano.
  • En 2006, mediante Resolución 1592 de octubre de 2006, se declara la Iglesia Nuestra Señora de las Lajas, ubicada en el municipio de Ipiales, departamento de Nariño, como Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional, y se delimita su área de influencia.
https://es.wikipedia.org/wiki/Santuario_de_Las_Lajas

Este gran reconomiento, debe motivar mucho más ahora a todos los colombianos y colombianas a que visiten el Santuario, a que se sientan orgullosos de las bellezas que tenemos en nuestro país, a que rieguen la "ola" de que no hay mejor país para vivir en el mundo que Colombia, a que extiendan invitaciones a todas las personas que conozcan, nacionales o extranjeras para que visiten este monumento hermoso de la arquitectura del siglo XVIII, de estilo neogótico, 

Por esto y mucho más, podemos decir con orgullo: "QUE COMO COLOMBIA, NO HAY DOS"

Lic. Gustavo Gómez Reyes


jueves, 1 de octubre de 2015

LOS PUNTOS CLAVES DEL ACUERDO DE JUSTICIA ENTRE EL GOBIERNO Y LAS FARC

Luego de una reunión privada entre el presidente Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenko”, máximo comandante de las Farc, se anunció este miércoles (23 de Septiembre) que las comisiones negociadoras del Gobierno y esa guerrilla lograron un acuerdo sobre el tema de justicia.

Ese aspecto hace parte del punto sobre víctimas de la agenda de los diálogos que fue acordada en 2012 y constituye el paso más importante que se ha dado en el marco de una negociación de paz con las Farc.

El comunicado conjunto fue leído por los representantes de los países garantes, Cuba y Noruega, y anunció que el mecanismo acordado en la mesa negociaciones se denomina “Jurisdicción Especial para la Paz”.

Estos son los 10 puntos clave que se desprenden del acuerdo firmado este miércoles (23 de Septiembre):

1. Justicia restaurativa: Los acuerdos tienen un énfasis especial en la reparación de las víctimas. En buena medida las sanciones de los victimarios serán encaminadas a la restitución de los derechos de las personas afectadas por su accionar.

2. Ley de amnistía: El gobierno colombiano otorgará la amnistía “más amplia posible” por delitos políticos y conexos. Esas conexidades, es decir, aquellas conductas que puedan asociarse de manera directa con los fines políticos de la insurgencia, serán definidas por una ley que será tramitada posteriormente.

3. Tribunal Especial: La Jurisdicción Especial de Paz contempla la creación de un tribunal que tendrá la función de juzgar e imponer sanciones contra los responsables de los delitos “más graves y representativos” cometidos en el marco del conflicto.

4. Delitos de lesa humanidad: Los llamados delitos de lesa humanidad, que incluyen la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales, el genocidio, la toma de rehenes, entre otros, no serán objeto de la amnistía y serán sancionados por el tribunal especial que será conformado.

5. ¿La cárcel o la reclusión especial?: Dependiendo de cada caso, habrá mecanismos distintos para la aplicación de penas que condicionan la libertad de los responsables de los delitos más graves, es decir, aquellos que no serán objeto de la amnistía. 

  • Habrá restricción efectiva de la libertad, con penas mínimas de cinco y máximas de ocho años, para quienes reconozcan desde un primer momento su responsabilidad en los delitos. Esas penas tendrán un régimen de vigilancia, pero serán flexibles para facilitar acciones reparadoras para las víctimas.
  • Quienes reconozcan su responsabilidad de manera tardía serán sancionados con penas de cárcel, en penitenciarías ordinarias, que oscilarán entre cinco y ocho años.
  • Las personas que no reconozcan su responsabilidad y sean declaradas culpables por el Tribunal Especial recibirán una sanción de hasta 20 años de reclusión en una cárcel ordinaria.

6. Justicia para todos los involucrados en el conflicto: El acuerdo contempla que serán objeto de la Jurisdicción Especial de Paz todas las personas involucradas en el conflicto armado y que en su contexto y por cuenta de él hayan cometido delitos que deben ser sancionados. Eso incluye a las Farc, pero también a los agentes del Estado.

7. Sistema Integral de Verdad Justicia y Reparación: Los acuerdos anunciados hacen parte del Sistema. Sin embargo, eso no significa que su construcción definitiva ya esté terminada: “El acuerdo logrado sobre la JEP (Jurisdicción Especial de Paz) no puede entenderse ni definitivamente cerrado, ni aislado del Sistema que estamos comprometidos a construir y que aún no se ha concluido”, explica el Gobierno.

8. Participación de las Farc en el sistema: Ese aspecto está supeditado a la dejación previa de las armas por parte de la guerrilla. De acuerdo con el comunicado conjunto, esa dejación de armas “deberá comenzar a más tardar a los 60 días luego de la firma del Acuerdo Final”.

9. Las victimas conservan los derechos adquiridos: Aunque los responsables de los hechos victimizantes sean indultados, las víctimas conservan sus derechos a las garantías de verdad, justicia, reparación y no repetición. La implementación de la Jurisdicción Especial de Paz tampoco implica que las víctimas pierdan sus derechos a la reparación por vía administrativa. 

10. Relación de la JEP con la justicia ordinariaLa aplicación de la Jurisdicción Especial de Paz parte de las investigaciones desarrolladas por la justicia ordinaria. Si bien se trata de un sistema paralelo, por ejemplo en caso en que una persona no reconozca su responsabilidad, la aplicación de justicia estará soportada en los mecanismos de la Fiscalía General de la Nación.