BIENVENIDOS

¡BIENVENIDOS A UN 2022 LLENO DE ÉXITOS Y ENERGÍA POSITIVA!

CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN - ICESI

PLAN TALENTOS UNIVALLE

martes, 28 de febrero de 2017

10 MINI TRUCOS PARA REGALAR FELICIDAD A TUS ESTUDIANTES


Imagen bajo licencia Creative Commons

10 Mini trucos para regalar 

felicidad a tu estudiantes

Debemos hacer felices a los que nos rodean. En muchas ocasiones pensamos en cómo ser felices y, cuando lo hacemos, cometemos el error de pensar que la felicidad es algo que debemos proporcionarnos a nosotros mismos. Y no tiene por qué ser así. Desde que me propuse hace tiempo ser más feliz, lo que hago es hacer lo imposible para que los que me rodean también sean más felices. Y me he dado cuenta de que cuanto más felicidad doy, más felicidad recibo.
Siempre he pensado que las grandes acciones se realicen a través de pequeños actos. Unos cambios que siempre deben partir de nuestra generosidad para con los demás. Y, por encima de todo, deben ser actos simples, fáciles de ejecutar y gratuitos. Cuando estoy en el aula con mis alumnos, siempre tengo en cuenta qué puede hacerles feliz, porque de su felicidad dependerá el deseo y las ganas de aprender de mí y de ellos.

1. Saludar por el nombre. No es suficiente con saludar. Hay que saludar a las personas por su nombre. Hay que aprender a personalizar. Fíjate en la diferencia entre un Buenos días y un Buenos días, Ana.
2. Realizar un acto de bondad. Un acto de bondad no es un favor. Es una acción insignificante que realizas hacia una persona de manera totalmente altruista y desinteresada. Por ejemplo, recoger un papel del suelo que se le ha caído a un compañero u ofrecer cambio para un café.
3. Ser educado. Cuanto más educado seas, más feliz harás a los que te rodean. Poca gente relaciona el ser educado con la felicidad y a mí me parece algo esencial. Por ejemplo, no interrumpas mientras otra persona te habla, cede el paso a un compañero. Son gestos que poco a poco ahondan en las personas.
4. Asentir con la cabeza. Es importante que, cuando una persona te hable, te centres exclusivamente en ella. Debe notar que es el centro de atención, que nos importa lo que nos está diciendo, que lo dejamos todo de lado para centrarnos en esta persona. Mírale a los ojos, y no hagas nada más. Olvídate de móviles, pantallas de ordenador, de todo aquello que en ese momento estés haciendo.
5. Generar seguridad. Mucha gente que nos rodea es tremendamente insegura. Y la inseguridad es algo que resta felicidad a las personas. Dar seguridad a estas personas no hace más que generar confianza y, por ende, felicidad. No hay que confundir nunca el dar seguridad con dar la razón.
6. Ser positivo. Ser positivo implica una actitud ante la vida y ante las personas fundamental. Es muy importante dar una visión positiva de nuestro entorno, sin por ello perder la objetividad, la realidad que nos rodea. La vida debe consistir para ti en mirar la botella siempre medio llena y proyectar esa idea hacia los demás.
7. Interesarte por la gente. Yo siempre distingo entre ser un interesado e interesarte por la gente. Cuando te interesas por la gente estás trabajando la empatía, le cedes el protagonismo a la otra persona y creas un vínculo con ella. Para interesarte por la gente es importante que hagas siempre preguntas abiertas y que le permitan a la otra persona no explicar algo, sino contar algo como, por ejemplo,  Ana, ¿quieres contarme lo que pasó ayer?
8. Sonreír. La sonrisa es la hermana de la felicidad y además el único efecto secundario es que es tremendamente contagioso. La gente siempre se rodea de las personas que sonríen porque les transmiten felicidad, pasión y entusiasmo por tu vida.
9. Ser agradecido. En ocasiones hay que proyectar la felicidad hacia nosotros mismos para lanzarla luego hacia las personas. Debes ser agradecido e ir más allá de un simple gracias. Cuando agradezcas algo, también debes personalizarlo y verbalizarlo. Por ejemplo, Te estoy muy agradecido, Ana, por haberme invitado a la fiesta que celebrarás este sábado. Me ha hecho muchísima ilusión.
10. Celebrar los éxitos de la gente. Hay que alegrarse por los éxitos de los demás. Debemos ceder un espacio para que los demás sean capaces de celebrar sus éxitos y que, cuando los logren, sepan que estamos de su lado y que nos alegramos de corazón por ello. En este último truco la felicidad debe ser más recíproca que nunca. Y no olvides verbalizar el éxito, decírselo de palabra como, por ejemplo, Te doy mi más sincera enhorabuena, Ana. Es un orgullo tenerte como compañera.
De un tiempo a esta parte vengo realizando estos mini trucos en el aula con mis alumnos y, poco a poco, los estoy proyectando a mi vida. No os podéis imaginar cómo ha cambiado desde entonces la visión con la que me enfrento a la vida. He buscado la definición de felicidad en el Diccionario de la Real Academia y no me ha gustado porque en su primera acepción la relaciona con la idea de una posesión. Por ello me permitiréis que, para finalizar el artículo, os dé mi propia definición de lo que entiendo por felicidad:
La felicidad no es más que un acto de generosidad gratuito en un breve espacio de tiempo
 Escrito por Santiago Moll

miércoles, 22 de febrero de 2017

LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN: EL PRINCIPIO DE LA POBREZA

La calidad de la educación: el principio de la pobreza

“No hay un sitio más propicio para promover la pobreza que la escuela, suena contradictorio, pero es la verdad”
Por: José Darwin Lenis Mejía febrero 16, 2017

La escuela moderna, arrastra un problema que se masifica cada día más a escala mundial, la pobreza, una “pandemia social” que contrariamente a ser combatida en el espacio escolar, es auspiciada y agenciada de forma natural por sus agentes. Para el efectivo control poblacional, la escuela crea las famosas competencias escolares, las cuales circulan en una escuela vieja, pero “light” conquistada y determinada por el consumo de un mercado comercial de oferta y demanda absolutamente dominante y voraz.
No hay un sitio más propicio para promover la pobreza que la escuela, suena contradictorio, pero es la verdad. La escuela como centro de control hoy es quien regula el pensamiento y determina con mayor celeridad cuales son las competencias para ser incluido y acepado en la sociedad del siglo XXI o modernidad liquida propuesta por Bauman,  donde el competir promueve un individualismo del ‘sálvese quien pueda’. Competir por sobrevivir hace que nuestras vidas se definan por la precariedad y la incertidumbre en las lógicas del mercado cambiante. La escuela se ha extendido para gobernar más y pretendiendo educar mejor ha estandarizado todo, hasta el pensamiento,  ahora se educa más y se forma menos, ya que se enseña más de lo mismo, para nuestro caso la jornada única, más matemáticas, más lenguaje.
Hoy se puede ser moderno sin ser educado, porque en las distintas formas de escuela prevalece constituirse como trabajador utilitario, servicial y eficiente. Una especie de pobre moderno donde la proclama es hacer y vivir, pero sin pensar. Allí está la dificultad, no pensar engendra la principal pobreza humana, de orden cognitivo-crítico.
Un pueblo no educado, es fácilmente gobernado, lo que convierte al ciudadano en un espectador quejoso de sus realidades sociales, sin proponer solución alguna. Para Vargas Llosa, esto constituye la civilización del espectáculo, “la de un mundo donde el primer lugar en la tabla de valores vigente lo ocupa el entretenimiento, donde divertirse, escapar del aburrimiento, es la pasión universal” y es una forma creativa de “liberarse” de la dura realidad de la pobreza que invade según DANE al 28% de la población colombiana y a más de 800 millones en el mundo según FMI. La pobreza se controla con una especie de psicopoder que le hace creer a la gente que es libre, cuando en realidad el sistema es quien está explotando su libertad y sus carencias.  La pobreza es el gran negocio de estas épocas, la escuela pedagógica está quedando atrás y su labor casi que es la de una alfabetizadora tradicional que mantiene el statu quo de más pobres, más vulnerables, más dominables.
La pobreza como concepto es una creación social y un obstáculo práctico que se  agencia desde el sector económico para imposibilitar que la población reconozca sus derechos, se revele e imagine otras realidades. La pobreza en la historia ha tenido varias transformaciones, rostros o formas de ser entendida. En la actualidad se instala en el control de la psiquis por lo que su núcleo central es, disponer un sujeto  que no piense, que disfrute de lo audiovisual, sin mayores ilusiones de concretar en su vida práctica realizaciones personales, al que hay que restringirle el acceso a bienes materiales para facilitar ser gobernados y explotados. Ser pobre significa tener menores posibilidades de disfrute de la vida, de los bienes y los desarrollo que la ciencia y la sociedad ha construido, ser pobre es la negación de ejercer poder y hoy una forma de negocio lucrativo supremamente rentable.
En la escuela la pobreza se expande a escala planetaria cuando la calidad educativa es un discurso de resultados eficientistas y no de exigencias integrales, cuando un profesor no planea y hace lo que le corresponde, cuando se mira en el espejo de lo global y las oportunidades son escasas o cuando el Estado arrecia con mayores impuestos y menos servicios sociales. Para revertir la trampa de la pobreza se requiere desescolarizar la escuela, despedagogizar el control de una pedagogía impuesta al servicio del supremo poder monetario, erradicar las escuelas pobres y/o para pobres, al igual que establecer la garantía-equidad del derecho educativo.
Finalmente, vale preguntarnos ¿En qué escuelas estamos?

http://www.las2orillas.co/la-calidad-la-educacion-principio-la-pobreza/