UN GRITO AL TERRORISMO
Es la hora de hacer presencia en las escuelas,
en las universidades y en nuestras casas, en las reuniones de la vecindad, es
la hora de sacudirnos del polvo alcano que llevamos en nuestros hombros y ciega
nuestra esperanza, llevándonos a vivir una historia blanca cortada por la
violencia.
Las masacres van y vienen, los asesinatos han
aumentado, los grupos al margen de la ley se han multiplicado y el terrorismo,
se ha convertido en una cena diaria, las lágrimas de los inocentes corren por
las ventanas de la angustia, los gritos ensordecedores de las víctimas se
adhieren a las paredes frías y al asfalto sangriento de los pueblos que en
otrora eran un paraíso.
Los fusiles hacen presencia en las casas de los
abuelos, en las puertas de las escuelas, en las entradas de los bares, en los templos religiosos y en
los parques, donde habitualmente se encuentran reunidos personas inocentes, que
nos les interesa las ridiculeces por las que unos y otros desatan el terror.
Se dice que en otrora, el terrorismo era
ocasionado por los grupos que se dedicaban al narcotráfico, luego, los grupos
que se formaron para frenar a su modo los avances de las llamadas guerrillas y
hoy, no solo son los grupos anteriores, sino que han surgido una buena cantidad
de grupos que ven en el terrorismo la forma de hacerse notar y sembrar el miedo
dentro de la población.
Como lo manifestara Sergio Guarín, “los actos terroristas, además del dolor que
provocan de modo natural las pérdidas humanas y materiales, producen confusión,
incertidumbre y ansiedad”. Y todo esto ocurre porque nuestra sensibilidad
se ve vulnerada por las acciones, las amenazas, la sangre derramada, el llanto
de la tragedia y sobre todo, la búsqueda
incesante de los actos criminales por dejar con sinsabores a la población
civil.
Llaman terroristas a los docentes porque
queremos enseñar a pensar distinto, porque queremos crear conciencia, porque
estamos formando jóvenes con pensamiento crítico, porque llevamos a que la
ciudadanía se una en voz de protesta contra todos aquellos que han manipulado
en el poder todas las líneas de crecimiento social y económica, porque no nos
dejamos usar como títeres y denunciamos las injusticias y los atropellos contra
el magisterio, porque exigimos que no se vulneren nuestros derechos.
¿Y dónde queda el terrorismo
que hacen algunos partidos políticos cuando mienten al pueblo y les hacen creer
que viviremos equis o ye situación sino adherimos a sus credos políticos?
¿Y dónde queda el
terrorismo de las fuerzas armadas cuando generan falsos positivos y generan
zozobra entre la población haciéndoles creer que son más los que están en los
grupos ilegales o al margen de la ley?
Mg. GUSTAVO GÓMEZ
REYES