DESDE UN SUEÑO
Mi emoción hoy se hizo grande, cuando entre mis
brazos te tuve, tan pequeño, tan frágil, tan lleno de vida, tan precioso cual
lucero del atardecer, tan inocente como el primer beso dado en el pasillo de la
casa grande de los abuelos, tan suave como la primera caricia ofrecida en pleno
mes de marzo, tan tú, como única creación de Dios.
En una noche del tercer mes, del año decidido,
entre las miradas fijas y un deseo ofrecido, las ganas del amor pensado en un
tercero, se hicieron realidad. Ella sonriente, yo condescendiente, ella
intrigada, yo amoroso, ella puesta en plena, yo sutil en la intimidad.
Los días pasaban en la normal tranquilidad, una
convivencia, yo llegaba y una noticia en la cama: “Gracias por darme tanta
felicidad, por sembrar en mí la semilla de la maternidad. ¡Vamos a ser
padres!”. Mis ojos se aguaron, mi corazón se hizo bomba, mis piernas se
hicieron tranvía y un abrazo de felicidad plena envolvió a aquella doncella que
llevaba en su vientre mi más magnánima alegría.
Los meses transcurrían y desde adentro él se
manifestaba, mi voz le estimulaba y hasta la música de Mozart se mezclaba entre
las sensaciones, sus pataditas, sus movimientos, y otra lágrima rodaba, un
cuarto se organizaba, el azul resplandecía, unos pequeños atuendos empezaban a
llenar un closet y una ecografía confirmaba que era varón.
Santiago, Randhy Stephens Von Stoff, Alejandro,
unos nombres empezaban a darse vuelta, te empezaste a hacer realidad desde
aquél sueño que un día se habló, en mi rostro se dibujaban sonrisas, sin la
presencia de tu ser, ya llenabas de luz nuestras vidas, la ansia crecía, y la
historia de una nueva generación se abría camino.
El día estaba en las vibraciones, el mes
onceavo hacía su aparición divina, una nueva maravilla de la naturaleza estaba
por llegar, nervios, alegría, llanto, los pasos iban y venían, una camilla, una
bata, los minutos no cesaban, la angustia se apoderó de mi ser, un ¡YA NACIÓ!
Fue el grito apoteósico de esa noche.
Un dieciocho se erige como el número de la
fantasía, le veo y sus ojos expresivos hacen que mi ser estalle de gran
emoción, que los minutos sean eternos, las luces se apagan para que él brille
en medio de la oscuridad que fría y simple permanecía, mi voz se quiebra y unas
lágrimas de solo dicha, ruedan por mis mejillas limpiando el cansancio y
resplandeciendo mi gozo de ser papá.
Una camita con sábanas frescas y calientitas le
reciben, una mirada que se centra en querer identificar, unas enfermeras que lo
atienden, un himno de Gloria se eleva a lo más excelso, una familia que ora por
su salud y unos ojitos que se van cerrando, suave, lentamente, hacen de éste angelito que llega desde lo más eterno que sea mi más puro y casto amor.
Las horas pasan y su sonrisa ya se dibuja, unas
muecas y el amor crece, tenerte en mis brazos es la más magnánima sensación, me
has hecho valorar la vida, me has hecho creer que todo tiene sentido, me has
hecho sentir que existen amores verdaderos, me has hecho reír con locura, me
has enseñado que hay una vida plena después de ti, me has enseñado que los
sueños cuando están bien estructurados son la más bella realidad, me has
permitido realizarme como hombre, me has colocado la etiqueta de papá.
Los pañales, los teteros, el llanto, el hacerte
dormir en mis hombros, en mi pecho, el acariciarte mientras cerrabas tus ojos,
contarte un cuento, hacerte una canción, enseñarte el mundo a través de mis
manos, besarte, escuchar juntos a Beethoven, aprender a ver juntos dibujos animados, verte gatear, tus primeras caídas, de nuevo el llanto, sílabas sin
pronunciar y un eco del gran amor, no para de estallar.
“Todas las noches,
Y bien de noche,
Yo a mi hijo le voy a
cantar
Una canción, que hable
de hadas
Donde los sueños se
hacen realidad”
Si debo agradecer algún día a Dios, es por
haberme permitido ser el padre de tan grande maravilla, por haberme puesto en
tu camino, por haberme hecho crecer a tu lado como ser humano, como persona,
como profesional, como ser social; debo agradecerle a Dios por haberme regalado
tu presencia, por haberme hecho sentir de ésta manera tan infinita, por las
lágrimas derramadas, por las risas esbozadas, por las caricias ofrecidas, por
los besos dados, por el abrazo de la noche, de la mañana, por ser tu mi hijo, mi hijo amado.
Fuiste mi más bello, armonioso, benigno,
angelical, tierno, dulce y deseado sueño y hoy eres mi más bella, armoniosa,
benigna, angelical, tierna, dulce y deseada realidad.
Roxanne
(Gustavo Gómez Reyes)
Que bello saber cuanta inspiración genera tu hijo.
ResponderEliminarGracias Silvia, sabes que ese hermoso príncipe es el más bello regalo que me ha dado la vida.
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ResponderEliminarGran texto. Es impresionante la inspiración que causa ese jovencito. Te admiro mucho Gus.
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ResponderEliminarGracias Manuel por tus palabras. Y si, ese chiquillo es mi primera gran inspiración.
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ResponderEliminarQue hermosa descripción de sentimientos y felicidad ante la espera de un angel que te brinda la oportunidad de darle mas sentido a la vida. Felicitaciones eres un ejemplo de padre y un orgullo para tu esposa.
ResponderEliminarQue hermosa descripción de sentimientos y felicidad ante la espera de un angel que te brinda la oportunidad de darle mas sentido a la vida. Felicitaciones eres un ejemplo de padre y un orgullo para tu esposa.
ResponderEliminarGracias Mafe. Mi angelito le dio un nuevo sentido a mi vida. Mi príncipe se convirtió en mi mas grande razón de ser.
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