NUESTRA EXPERIENCIA (I)
No han pasado tantas horas desde
la primera vez y no han pasado tantos momentos como para no aceptar que tu voz
se ha escondido entre el amarillo resplandeciente de las mañanas que asomándose
fresca y ligera, deja ver que la falta de tus palabras, son tan cercanas como
la misma esencia de la vida misma.
Hoy puedo decir que el llevar tu
rostro entre mis recuerdos, es una magia que deseo no termine, que los besos
dados, cortos y fugaces, fueron una experiencia tan lúcida como el creer que
ser primero es un anhelo de quienes quieren pasar a la historia, que tus manos
entre las mías, son la fusión perfecta de un pavo real.
He escuchado de nuevo la melodía
que alguna vez escuchamos juntos, tus perlas que se esconden entre tus labios,
son la prueba de que mordimos el néctar de lo prohibido, tu piel tersa y
frágil, hacen más especial el rozar tus miedos y cada poro de tu ser, se
amalgama con las ansias de vivir lo que nunca has vivido.
No renuncio a la posibilidad de
que nuestros cuerpos se junten una y otra vez, a que sumemos en la felicidad y
recortemos a la duda, a que los tropiezos heredados sean solo el espectro que
va y viene y que de la desnudez permitida, quedan los óleos esbozados en la
imaginación, en esa noche donde escribí tu nombre.
Ya hoy son más que letras
escribiendo lo pronunciado, hoy son las vivaces expresiones marcadas por un
devuélveme el yo silenciado y la nostalgia que estaba vestida de colores
opacos, se ha vuelto pintoresca para decidir quedarse con una sonrisa y así anunciar
que lo nuestro, no fue un pasado, sino un presente que no partirá.
Dile a tu corazón que no resista
a las ganas de amar y que deje que la razón, vuele a los brazos de la
experiencia llamada: AMOR.
(Roxanne)
Lic. Gustavo Gómez Reyes
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